Archivo mensual: septiembre 2019

347. «Epistolario. 1924-1988″. María Cegarra Salcedo y Carmen Conde»

Libro de «hoy»: 2018

CEGARRA SALCEDO MARÍA Y CONDE CARMEN. Epistolario. 1924-1988. Torremozas. Madrid. 2018. 700 páginas

Género: Epistolar. Época: 1924-1988. Ámbito geográfico: ESpaña, fundamentalmente Cartagena, La Unión. También Madrid y Cabo de Palos.

Edición, introducción y notas de Fran Garcerá (Puerto de Sagunto, 1988), Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Valencia.

La publicación recopila una colección de cartas entre Carmen Conde y Andrés Cegarra Salcedo y María Cegarra Salcedo. Antes de comentar el epistolario resulta conveniente conocer unos apuntes biográficos de estas mujeres y su ganado prestigio en la literatura española, a fin de apreciar el alcance de esta compilación documental.

CARMEN CONDE ABELLÁN (Cartagena, 1907 – Madrid, 1996), maestra de formación y de ejercicio profesional. En el mundo de las letras destacó como poetisa. Desarrolló, también el cuento, la obra dramática, prosa y ensayo. Mujer muy laureada, cuyos premios van desde 1953, con el Elisenda de Moncada al Nacional de literatura infantil y juvenil de 1987. Entre ellos el Simón Bolívar de lenguas románicas, de 1954; el Pérez Galdós de de periodismo de 1979 y  el Ateneo de Sevilla, de 1980. Sin duda, el mayor galardón fue ser aceptada como la primera mujer académica en la RAE, en 1979.  Su discurso de ingreso «Poesía en el tiempo y la inmortalidad» fue comentado en este blog en la entrada número 307. Ese acontecimiento marcó un hito en la historia de la Academia ya que antes muchas otras mujeres fueron rechazadas para acceder a esa institución, por su condición femenina, por ejemplo Emilia Pardo Bazán. Tras Carmen Conde, la siguiente – Elena Quiroga de Abarca – tardó cinco años más en ingresar. La tercera, Ana María Matute, lo hizo casi dos décadas más tarde que Carmen Conde. Un hito que les fue negado a algunas escritoras como Emilia Pardo Bazán.

MARÍA CEGARRA SALCEDO (La Unión, 1899 – Murcia, 1993) de formación Perito Químico, siendo, según numerosas informaciones, la primera mujer que obtuvo ese título en españa. Ejerció su profesión montando su propio laboratorio. En esa actividad destacó en el desarrollo y patentes determinados productos para la industria. También impartiendo docencia en escuelas técnicas, dentro de su especialidad. Desde el punto de vista literario desarrolló la poesía y tuvo colaboraciones en prensa. Tuvo amistad con otros literatos como Miguel Hernández, además de Carmen Conde.

El conjunto epistolar parte de correspondencia que apareció cuando Javier Cegarra Paéz encontró en la que fuera casa de su tía María en la que fue su casa en calle Bailén de La Unión, cuando debió desalojarla al haber sido declarada en ruinas. El resto fue localizado en diferentes archivos, como el Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver (su marido). La publicación recoge 711 cartas entre estas dos poetas durante sesenta y cuatro años. Al principio, también hay correspondencia entre Andrés Cegarra, hermano de María, y Carmen Conde. Durante el periodo de la Guerra Civil española la correspondencia es escasa, incluso entre abril desde 937 hasta enero de 1943 no hay ninguna. Dilatado espacio temporal durante el cual se produjeron numerosos cambios personales, políticos, sociales y económicos. A través de estos documentos manuscritos puede apreciarse la evolución del pensamiento de estas dos destacadas poetas, a lo largo de seis largas décadas.

Un gran trabajo de compilación de documentos que, sin duda, debe resultar de utilidad para los estudiosos de la historia de la poesía española.

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346. «Tartufo» o «El impostor». Molière

Libro de «ayer»: 1664

MOLIÈRE. Tartufo o El impostor. Alianza editorial. Madrid. 2014, 2ªedición. Pág. 23 a 151.

Traducción y prólogo de Carlos R. Dampierre.

Género: teatro. Época: mitad siglo XVII. Ámbito geográfico: París.

Para evitar reiteraciones respecto a apuntes biográficos del autor – Jean Baptiste Poquelín (París, 1622 – 1673) – conocido en la literatura universal como Molière, remitimos a lo indicado en entrada número 341 del blog («El misántropo»).

Obra estructurada en cinco actos, conteniendo cada uno de ellos seis, cuatro, siete, ocho y ocho escenas respectivamente. Está ambientada en la casa parisina de unos delos personajes principales Oregón. La trama gira en torno a un tema muy utilizado por Molière como es el matrimonio de conveniencias impuesto por el padre a sus hijas. Para desarrollar la idea, el comediógrafo, pone en escena a catorce personajes. El principal es, el que aporta el título a la obra, Tartufo y no aparece en escena hasta mitad del tercer acto. A Molière le gustaba representar a este personaje. Lugar preferente en la obra lo ocupa Orgon, un burgués de buena situación económica y social. Personaje de talante autoritario. Está casado en segundas nupcias con Elmira, una mujer mucho más joven que él. Madame Penelle, la madre de Orgon, mujer caprichosa y presuntuosa. Damis y Mariana son hijos de Orgon. Valerio, joven enamorado de Mariana y correspondido por ésta. Del resto de los personajes – familiares, criados y un alguacil – hay que resaltar a la criada de Mariana, que representa la sensatez razonada.

Orgon, que en principio, aceptaba el noviazgo de su hija Mariana con Valerio, cambió de opinión deslumbrado por el fervor religioso de Tartufo, al que apoyó y recibió en su casa como uno más. El resto de su familia pronto se dio cuenta que se trataba de una farsa, con excepción de Madame Pernelle que mantuvo la defensa del intruso hasta el final. Tuvo que ser Elmira la que le preparó una trampa a Tartufo, advirtiendo de ello a su marido, de modo que comprobó personalmente el juego de la doble moral del beatón y pudo quitarse la venda que le impedía ver la realidad. Pero ya era tarde. El desenlace– que como es usual en este blog, lo dejamos para que lo descubra el lector interesado – lo resuelve Molièra con maestría, logrando mantener la atención del lector o espectador, según los casos.

No debe extrañar que esta sea una de las comedias más reconocidas de este maestro de la comedia francesa y universal. Como es usual en él resulta mordaz en la crítica. En esta ocasión lo hace hacia determinadas costumbres de la sociedad de su época, en este caso la hipocresía de gentes con doble moral. Comportamiento que actualmente mantiene vigencia en no pocas gentes. Hace lo propio con el autoritarismo paterno para imponer a las hijas un matrimonio de conveniencias para ellos

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345. «Las mujeres sabihondas». Molière

Libro de «ayer»: 1672

MOLIÈRE. Las mujeres sabihondas. Biblioteca Edaf. Madrid. 2008. Pág. 83 a 173.

Prólogo y cronología de Ángel García Pintado.

Género: teatro. Época: mitad siglo XVII. Ámbito geográfico: París.

Para evitar reiteraciones respecto a apuntes biográficos del autor – Jean Baptiste Poquelín (París, 1622 – 1673) – conocido en la literatura universal como Molière, remitimos a lo indicado en entrada número 341 del blog («El misántropo»).

Obra estructurada en cinco actos, conteniendo cada uno de ellos cinco, nueve, nueve, ocho y cinco escenas respectivamente. Está ambientada en la casa del personaje principal Crisalio, en París. La trama gira en torno a las relaciones sociales de la familia conformada por Crisalio y Filaminta, padres de Armanda y Enriqueta. Los matrimonios por conveniencias sociales y económicas impuesto por los padres a las hijas casi constituyen una cuestión habitual en la obra de Moliére, como ocurre en otras obras suyas – comentadas en este blog – como «El avaro», «El médico a palos» o en «El enfermo imaginario».

Trece son los personajes que aparecen en el escenario. El principal es Crisalio, un burgués, sometido a los criterios de su mujer, Filaminta que resulta ser una mujer caprichosa y de mal carácter, quien deja claro que no acepta que nadie contradiga sus deseos. Además resulta ser una pedante en la aparente defensa de la corrección gramatical y la filosofía, por encima de todo y de todos, llevándola al extremo de despedir a su cocinera Martina por no hablar con expresiones que ella cree que son las correctas. Las dos hijas del matrimonio Armanda y Enriqueta ocupan un espacio importante en la trama. El joven Clitandro es pretendido por Armanda y Belinda, hermana de Crisalio, que resulta ser una auténtica lianta. pero él a quien ama y se siente correspondido es por Enriqueta. Crisalio, apoya los deseos de su hija Enriqueta y Clitandro. Filaminta es contraria a deseos de hija y esposo, pretendiendo que su futuro yerno sea el ingenioso y estúpido Trissontin.

El comediógrafo francés utiliza, una vez más,su obra para realizar una crítica social hacia aspectos de su época. Y lo hace de forma grotesca. En este caso se dirige hacia los matrimonios de conveniencias. También arremete contra la burguesía francesa de su época, por su comportamiento pedante, en la pretendida defensa de la cultura gramatical pretendiendo estar por encima de los mortales. De ahí el título de la obra. Como afirma García Pintado, Moliére al mirar asu modelos «no ahorra ningún sarcasmo, y cuanto más exagerada es la representación de esos vicios más risible resulta su efecto».

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344. «El enfermo imaginario». Molière

Libro de «ayer»: 1673

MOLIÈRE. El enfermo imaginario (Le malade imaginaire). Octaedro. Barcelona. 2ª edición 2010. 188 pág.

Traducción,introducción y notas de Juan Bravo Castillo.

Género: teatro. Época: mitad siglo XVII. Ámbito geográfico: París.

Para evitar reiteraciones respecto a apuntes biográficos del autor – Jean Baptiste Poquelín (París, 1622 – 1673) – conocido en la literatura universal como Molière, remitimos a lo indicado en entrada número 341 del blog («El misántropo»).

Obra con estructura compleja pues consta en dos prólogos, acto primero con diez escenas, primer intermedio con ocho escenas, acto segundo con doce escenas, segundo intermedio con una única escena, tercer acto con veintitrés escenas. Por último un colofón que él denominó tercer intermedio.

Doce son los personajes que aparecen en el escenario. Obra ambientada en París. El personaje principal es Argán, un viejo que se siente enfermo continuamente, hasta el punto que se enfada cuando le dicen que está bien. Otros personajes son Belisa, su segunda mujer y las hijas de Argán, Luisa y Angélica, ésta enamorada de Cleanto. Beraldo, hermano de Aragan; Purgón, como médico del enfermo; el, también, médico Diafoirus y su hijo Tomás, el boticario Fleurant, el notario Bonafé y la sirvienta Antonia completan el cuadro de personajes de la comedia. Además aparecen otros en el prólogo que no es más que «un ensayo de las alabanzas del de ese gran príncipe con que comienza la comedia del Enfermo imaginario cuyo propósito no tiene otro objeto que procurarle un descanso en sus nobles tareas».

La trama gira en torno a Aragán, un auténtico hipocondríaco, siempre quejándose, sometiéndose continuamente a las soluciones médicas de la época y que pretende que su hija se case con un joven médico, para aprovecharse gratuitamente de su ciencia. La desconfianza que siente hacia la medicina, que no le sana de sus males (difícil pues no son reales), asoma con fuerza en la obra. Beraldo, hermano de Aragán, hace crítica al pensamiento y comportamiento de su hermano y los médicos que le atienden. Su mujer, Belisa, llega a citar a » un hombre molesto para todos, sucio, repugnante, siempre con la lavativa o una droga en el cuerpo, moqueando, tosiendo, escupiendo sin parar; falto de ingenio, aburrido y de mal humor, fatigando continuamente a la gente y riñendo día y noche a criados y sirvientes». Un tristísimo personaje, al que Molièere sabe retratarlo con gran sentido del humor. ¿Quizá él mismo afectado por su enfermedad (tuberculosis)?. Desde luego Molière no fue un enfermo imaginario. Al menos cuando escribió y empezó a representar esta obra pues fue la última que escribió este dramaturgo francés, también que fue la última que interpretó como actor, ya que se sintió indispuesto durante la cuarta función, mientras representaba el papel del personaje principal, Aragán. Trasladado a su casa falleció.

Además del uso de la ironía y la crítica social, otro aspecto en común con «El avaro» y con «El médico a palos» es el interés delos respectivos personajes principales de casar a sus hijas con un varón por egoísmo personal, desoyendo los sentimientos de las hijas afectadas.

Se trata de una comedia grotesca, muy divertida, al igual que el caso de las anteriormente comentadas en este blog «El misántropo», «El avaro» y «El médico a palos».

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343. «El médico a palos». Molière

Libro de «ayer»: 1666

MOLIÈRE. El médico a palos. Biblioteca Edaf. Madrid. 2008. Pág. 27 a 82

Prólogo y cronología de Ángel García Pintado.

Género: teatro. Época: mitad siglo XVII. Ámbito geográfico: indeterminado

Para evitar reiteraciones respecto a apuntes biográficos del autor – Jean Baptiste Poquelín (París, 1622 – 1673) – conocido en la literatura universal como Molière, remitimos a lo indicado en entrada número 341 del blog («El misántropo»).

Obra estructurada en tres actos, conteniendo cada uno de ellos seis, nueve y once escenas respectivamente. Doce son los personajes (además de un grupo de campesinos) que aparecen en el escenario. Está ambientada en tres espacios escénicos diferentes, uno por cada acto: una selva, en casa de Geronte y en un paraje próximo a la casa de Geronte. La trama gira en torno a la venganza urdida por Martina, por causa de los malos tratos que le propina su marido, Sganarelle, un leñador, flojo para el trabajo y algo borrachín. Además de otros calificativos nada agradables con los que proporcionaba su sufrida esposa. En un momento en que Geronte ordena a su criado Valerio que busque a un médico para que sane a su hija Lucinda es cuando entra en escena la descabellada idea de Martina, quien hace ver a Valentino que Sganarelle es médico, y que sólo reconoce serlo cuando se le obliga a fuerza de golpes: «no dirá nunca que es médico como se le antoje, si no cogéis cada uno un palo y le obligáis, a fuerza de palos». De ahí el título de la obra. Así lo hacen y así llevan al leñador a casa de Geronte, creyendo todos que se trata, realmente, de un médico, caprichoso, raro y estrafalario. Sganarelle suple su desconocimiento de medicina presumiendo de referencias a clásicos como Hipócrates o Aristóteles, los que escuchó cuando sirvió durante seis años a un médico famoso. La enferma, Lucina, era la hija de Geronte. Su mal consistía en que se había quedado muda. Pero no era tal cosa sino una simulación en rebeldía hacia su padre que no admitía se casara con Leandro por no tener fortuna, como si la tenía el joven que le imponía su padre.

Elementos comunes en las tres obras hasta ahora comentadas de Molière las crítica a los médicos de su época, unas veces por usar expresiones difícilmente comprensibles por los no profesionales, otras por no acertar con las soluciones («El error no es nunca del médico; siempre tiene la culpa el que fallece», afirma Sganarelle). Es posible que esa rechazo de Molière hacia los médicos pudiera provenir de su propia enfermedad, la cual no lograban curar. Otra cuestión que trata, al igual que en el caso de «El avaro», es la imposición social de los padres de la época para casar a las hijas con quienes a ellos convenía y no con quienes ellas deseaban.

Comicidad, ironía y crítica social son formas narrativas que utiliza magistralmente Molière y logran sacar, de forma continuada, la sonrisa del lector o espectador.

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342. «El avaro». Molière.

Libro de «ayer»: 1668

MOLIÈRE. El avaro. Editors. Barcelona. 1990. Pág. 7 a 94

Género: teatro. Época: mitad siglo XVII. Ámbito geográfico: París.

Para evitar reiteraciones respecto a apuntes biográficos del autor – Jean Baptiste Poquelín (París, 1622 – 1673) – conocido en la literatura universal como Molière, remitimos a lo indicado en anterior entrada del blog («El misántropo»).

Obra estructurada en cinco actos, conteniendo cada uno de ellos diez, seis, catorce, siete y cinco escenas respectivamente. Trece son los personajes que aparecen en escenario. Está ambientada en la casa parisina del personaje principal, Harpagon un viejo de sesenta años, codicioso en extremo, cuyo carácter le hace resultar un auténtico cascarrabias. La trama gira en torno a la «avaricia excesiva y el modo de vida demasiado austero» de Harpagon, quien es capaz de cualquier cosa por aumentar sus caudales que guarda en un pequeño arcón, en un lugar de su casa que nadie sabe donde lo esconde. Junto a él sus hijos Cleanto y Elisa, quienes tampoco conocen el lugar en el que su padre esconde su dinero. Ambos se preguntan ¿para qué les sirve tener bienes si no pueden gozar de ellos?. Las relaciones entre padre e hijos se estropea cuando el padre pretende casarlos con sólo con quienes les pueda sacar rentabilidad económica. La situación empeora cuando se conoce que Mariana, joven con escasos recursos económicos familiares, pretendida por Harpagon es la amante de Cleanto y el pretendiente de Elisa, Valerio, trabaja como criado en casa del viejo avaro Peor, si cabe, queda la situación cuando se entera que le han robado el arcón con su tesoro. La narración se va haciendo cada vez más compleja con los intentos de deshacer el enredo de amoríos y casamientos y la pretendida rentabilidad de cada caso. Aumenta la intriga cuando Valerio y Mariana llegan a conocer quien es su padre. Entre todos ellos interviene Fronsina, una intrigante alcahueta.

Con «El avaro·» Molière hace una crítica despiadada sobre la codicia humana. Con un estilo exagerado, llevado hasta lo grotesco, el autor hace que la obra resulte de una gran comicidad. La vigencia de este texto de mitad del siglo XVII mantiene actualidad por la avaricia extrema de muchos personajes a los que nada les preocupa como sus actuaciones dañan a otras personas de su entorno.

Insistimos, en que la obra teatral está escrita para ser vista en su interpretación en los escenarios. Ya que actualmente, el teatro clásico no suele tener presencia en los escenarios españoles, al menos, la persona interesada puede verla en antiguas versiones mostradas en TV o en algunos teatros. A través de internet (YouTube) se pueden localizar varias versiones,

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341. «El misántropo». Molière

Libro de «ayer»: 1666

MOLIÈRE. El misántropo. Editors. Barcelona. 1990. Pág. 95 a 159

Género: teatro. Época: mitad siglo XVII. Ámbito geográfico: París.

El autor, Jean Baptiste Poquelín (París, 1622 – 1673) fue persona de sólida formación. Su padre, tapicero real lo envió a un prestigioso colegio parisino regido por jesuitas. Realizó estudios de filosofía. Cursó la carrera de Derecho, que para unos biógrafos finalizó y llegó a ejercer algún tiempo, mientras que para otros no acabó. Discrepancia notables entre algunos de sus biógrafos. Optó por dedicarse al teatro, para no molestar a su padre, pues esa nueva actividad no estaba bien vista socialmente, adoptó el seudónimo de Molière. En el mundo teatral trabajó como autor, director y actor. Densa fue su producción teatral. Comenzó a escribir en 1655 y finalizó en 1673. Su obra le ha llevado a estar considerado como uno de los mejores literatos todos los tiempos, tanto en Francia como en el resto del mundo, ya que su producción teatral ha sido traducida a las principales lenguas vivas. Muchos críticos literarios le asignan la paternidad de de la Comédie Française.

«El misántropo» o el «Atrabiliario amoroso» («Le misanthrope» ou L´atrabiliaire») fue escrita cuando el autor tenía serios problemas de salud, que le seguirían hasta el final de su vida.

Obra estructurada en cinco actos, conteniendo cada uno de ellos tres, siete, siete, cuatro y seis escenas respectivamente. Diez son los personajes que aparecen en el escenario. Está ambientada en la casa noble parisina de Celimea, una joven viuda de veinte años. El personaje central es Alceste, cuyo comportamiento en la vida es el que aporta el título de la obra – misántropo, que es una persona que tiene aversión al trato con otras – representa a un tipo de personas que rechazan a la sociedad y detestan al género humano. Se queja desde el primer acto, que no encuentra a su alrededor más que indigna adulación, injusticia, interés, traición y bellaquería. ¿Proyectó Molière su desengaño con el género humano en una etapa de su vida en la que había perdido, prematuramente, a su madre; sus problemas de salud, ya que se encontraba enfermo (¿tuberculosis?) y le había abandonado su joven mujer, Armande, que tenía veinte años menos que él?.

La trama gira en torno a una serie de los amoríos de Celimea con Alceste y con Orente, un mal poeta. Además, ella, también era pretendida por dos marqueses: Acasto y Clitandro, con los que coquetea. Alceste siente amor por la joven viuda la que no disimula en ningún momento los defectos que tiene, lo que le hace sentir enormes celos.

Comicidad y crítica social son rasgos que destacan en esta obra. Moliére, a través de Alceste, es despiadado con los que se mueven entre las apariencias: pedantes, falsos aduladores, hipócritas y vanidosos. El contrapunto a Alceste lo representa su amigo Filinto cuando intenta convencer a Alceste que en el mundo es preciso saber ser tratable y que la perfecta razón equidista de los extremos. En similar posición de equilibrio se presenta a Elianta, prima de Celimena.

Una obra plena de humor, pero que invita a la reflexión. Sin duda, esos personajes de ayer (siglo XVII) tienen presencia en la sociedad de hoy, del siglo XXI. De ahí la vigencia de esta obra de uno de los grandes maestros de de la comedia teatral.

Insistimos, en que la obra teatral está escrita para ser vista en su interpretación en los escenarios. Ya que actualmente, el teatro clásico no suele tener presencia en los escenarios españoles, al menos, la persona interesada puede verla en antiguas versiones mostradas en TV. A través de internet (youtube) se pueden localizar varias versiones, pero quizá la que más se ajuste al texto original traducido al castellano sea la de TVE – en blanco y negro – con una duración de 1 hora, 20 minutos y 53 segundos.

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