Libro de «ayer»: 1921
DE LA VEGA SANDOVAL JUAN. Un inmortal sevillano. Murillo. Fundación Cultural del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla. 1986. 304 pág.
Se trata de una edición facsimilar, editada por la Fundación Cultural del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla. La tirada de la edición es de 1200 ejemplares numerados.
Esta edición está prologada por Juan Fernández Lacomba (Sevilla,1954 – …), un pintor e historiador del arte, cuyo prestigio le ha conducido a ser designado académico de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, de Sevilla. Institución que fundara Bartolomé Esteban MURILLO, y en cuyo salón de actos se presentó la edición que se aquí se comenta.
«Un inmortal sevillano. Murillo», pertenece a la denominada colección «azulejo». Se trata de una interesante selección de obras facsímil, que el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla iniciara en el ya lejano 1973. Años después esta actividad se realiza a través de la Fundación Cultural de esta misma institución. La idea primitiva estaba orientada a hacer un regalo a sus colegiados por Navidad. Excelente y exportable idea. Con este título ya han rescatado 44 ediciones. Reediciones anuales, realizadas de forma ininterrumpida. No puede dejarse en el olvido al alma mater de la colección, que es el aparejador Joaquín Ruiz Romero. El apelativo de «azulejo» proviene de que, en la portada, aparecen fotografías de diferentes paños de azulejería, procedentes de edificios de la ciudad. Si los temas rescatados son de gran interés, no queda atrás el nivel alcanzado en los prólogos, realizados por prestigiosos profesionales de la vida cultural de la ciudad. Sin duda, insistimos, loable proyecto, desarrollado e impulsado por el Patronato de la Fundación Cultural del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla. La, precisa, financiación procede de las cuotas y aportaciones profesionales de sus colegiados. Sin ninguna subvención. La obra seleccionada, para este 2017, tiene la oportunidad de coincidir con el mes del cuarto centenario del nacimiento del pintor (31 de diciembre de 1617).
Al inicio del libro, los bibliófilos, encontrarán detalle de la relación de las 44 ediciones de esta colección «azulejo». Entre los números 36 y 37 se incluyó otro número, con carácter de extraordinario, dedicado a la Historia del Ateneo de Sevilla.
El autor, Juan de la Vega y Sandoval, nació en Sevilla en 1854. Escribió el libro cuando contaba con 67 años de edad. Según el prologuista se trata de un autor casi olvidado de la historiografía local. Sólo tenido en cuenta por algunos eruditos o como posible cita bibliográfica, pero ignorado por el gran público. Pero, el que no tenga gran reconocimiento popular no quiere decir que en su vida profesional, relacionada con el arte, no tuviera interés. Recordemos, por ejemplo, que en 1905 fue reconocido mediante la condecoración de la Orden civil de Alfonso XII.
Obra estructurada en XXXI capítulos, incluyendo medio centenar de láminas, la mayoría en color sepia. Tal y como indica el prologuista sobre el texto, el autor tiene una posición un tanto retórica e historicista, sobre todo dentro de la categoría de ser un divulgador ilustrado. Coincidimos, una vez más, con Juan Fernández Lacomba.
De la Vega Sandoval, intercala aspectos de la vida con los de la obra del pintor barroco Bartolomé Esteban MURILLO (Sevilla, 1617 – 1682). Inicia con su partida de bautismo, continúa con sus antecedentes familiares, enmarca la vida del pintor con aspectos relacionados con su ciudad natal y con su producción pictórica, sus viajes y relaciones personales y profesionales. Merecen ser destacadas las consideraciones críticas a algunos de sus cuadros. Igualmente, hace referencia detallada a la muerte del pintor que, como es sabido, fue a consecuencia de las lesiones de la caída desde un andamio, mientras trabajaba pintando un cuadro de los desposorios de Santa Catalina, en el altar mayor de los capuchinos de Cádiz. También, incluye aspectos anecdóticos, como el origen del cuadro de la «Virgen de la servilleta», que se puede contemplar en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Resulta de sumo interés la relación de cuadros del pintor en el Museo de Bellas Artes, en la Catedral, en el Palacio Arzobispal e Iglesia del Hospital de la Santa Caridad, de Sevilla. También, de las existentes en el madrileño Museo del Prado. Junto a cada obra se indican las dimensiones de cada cuadro, de forma que el lector podrá comprobar la enorme cantidad de m2 de producción artística de su taller. Eso sin contar con las numerosas obras de la Inmaculada Concepción que pintara para casas sevillanas.
Sin duda, insistimos, otra excelente aportación de este colegio profesional a los bibliófilos, en general, y a la cultura de la ciudad, en particular. Estas ediciones de libros se suman a otras muchas, que van desde la poesía a las más abundantes de carácter técnico, pasando por excelentes catálogos de exposiciones de pintura realizadas en sus sedes.
Imagen de la edición original de 1921 . En la portada figuraba la imagen del Bartolomé Esteban Murillo, con firma del pintor sevillano. Al final de la publicación se incluye una fotografía del autor de la biografía, con su firma.
Esta, primera, edición tuvo una tirada de 1.000 ejemplares y se vendió al precio de 6 pesetas.