Archivo mensual: May 2018

277. «Los perros duros no bailan». Arturo Pérez-Reverte

275.Los perros duros no bailanLibro de «hoy»: 2018

PÉREZ-REVERTE. Los perros duros no bailan. Alfaguara. Barcelona. 2018. 160 pág.

Género: novela. Época: contemporánea. Ámbito geográfico: indeterminado,

Sobre los apuntes biográficos, del prestigioso autor cartagenero y académico de la RAE,  remito a  las referencias indicadas en anteriores entradas del blog,

Conociendo el interés y admiración que Pérez-Reverte tiene por Miguel de Cervantes no es de extrañar cierta influencia de esta novela con el «Coloquio de los perros». Igualmente la admiración demostrada, a través de redes sociales, por estos animales, no debe sorprender ni el título ni el contenido de esta. Por eso y por la calidad literaria del  académico de la RAE, quien suscribe los  comentario de esta novela, toma las palabras de Cervantes en «El casamiento engañoso», previa a la del coloquio entre Cipión y Berganza, cuando escribió: de muy buena gana oiré ese coloquio, que por ser escrito y notado del bueno ingenio del señor (en este caso Pérez-Reverte) ya le juzgo por bueno. Creo que apostar a la lectura de las novelas de Arturo Pérez-Reverte es jugar a ganador. No falla.

Se trata de una novela corta, comparándola con otras del mismo escritor. De apariencia sencilla, está estructurada en 12 capítulos. Los personajes son perros que hablan como si fueran personas. Como escribe el novelista, poniendo voz a uno de los perros de la historia: una de las ventajas que los animales poseemos sobre los humanos es que nadie nos exige ser políticamente correctos. El principal canino-personaje es «Negro», un luchador nato, de notables peso y envergadura. Un noble amigo de sus amigos. La línea argumental parte del comentario que «Agilulfo» hace a «Negro» respecto a la desaparición de otros dos canes, «Teo» y «Boris».  Continúa con la búsqueda de estos por parte de «Negro», dirigiéndose a lugares en los que unos indeseables hacen siniestro negocio con las peleas de perros. Salvaje actividad que realmente hacen gentes a las que les divierte el sufrimiento de los animales en peleas a muerte. Humanoides que, seguramente, no serían capaces de pelearse con otros de su especie en un ring o en un tatami, dentro de unas reglas. Pérez-Reverte narra la historia con lenguaje claro, directo, a veces crudo, agudo siempre y abundante en fina ironía. La crítica a aspectos sociales no falta. Mientras, va poniendo de manifiesto aspectos de estos noble animales: su mirada con mensajes inconfundibles; los códigos de comportamientos manifestados en sus sentidos de lealtad y fidelidad; los miedos a la soledad y al mal trato…. El desenlace, como es usual en este blog, lo omitimos para que lo descubra el lector interesado.

Una novela entretenida, muy recomendable a los amantes de los perros y, por qué no, para los que no los son.

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276. «Eva». Arturo Pérez-Reverte

276. Eva

Libro de «hoy»: 2017

PÉREZ REVERTE-ARTURO. Eva. Alfaguara. Barcelona. 2017. 388 pág.

Género: novela. Época: principio de la guerra civil española 1937. Ámbito geográfico: Lisboa, Sevilla, Tetuán, Tánger, Salamanca.

Sobre aspectos biográficos del autor, el académico de la RAEArturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951 -…) remitimos, para no ser repetitivos a  cualquiera de las seis entradas en que se han comentado obras del mismo. Por ejemplo Falcó, en el nº 195 de diciembre de 2016.

Decimos que es la séptima obra literaria que vamos a comentar de este autor, pero resulta la primera desde ese intento de retroceso a tiempos inquisitoriales de la Edad Media. Me refiero a la inclusión de textos en aquel «Índice de libros prohibidos por la Santa Inquisición».  Así, al menos, lo he interpretado cuando leí que un grupo de docentes (?) pedía  que los libros de Pérez-Reverte no se leyeran en los colegios. ¡A qué nivel de falta de libertad estamos retrocediendo¡. Bueno, pues este lector va a seguir leyendo y comentando su obra. ¿Por qué?.  Porque su literatura resulta entretenida; está bien estructurada y documentada en acontecimientos, personajes y costumbres de su época.  Tiene ritmo narrativo. Y , por qué no decirlo, porque hace un uso magistral de la forma de expresión nuestra lengua española. Igualmente, resaltar que mezcla bien el lenguaje culto con el vulgar de la calle. Siempre supe que hasta para decir un taco hay que tener el don de la oportunidad y  clase.

Se trata de la segunda novela de una serie que empezó con «Falcó».  Está estructurada en dieciséis capítulos y un epílogo. Corresponde, temporalmente, a 1937, la primera etapa de la Guerra Civil española. Narrada con un lenguaje preciso, concreto y sin exceso de palabrería, tan en boga en nuestro tiempo. Los personajes están muy bien descritos y ajustados a la época y ambiente en que se encuadran sus vidas y profesiones. El principal es Lorenzo Falcó, un mercenario en el mundo del espionaje al servicio de una de las partes contendientes en la Guerra, el llamado bando nacional. Su jefe, un «Almirante», responsable de un servicio de inteligencia. Al igual que en la novela anterior, está Eva – cuyo nombre aporta el título a la novela – una espía al servicio de los rusos. En la narración, por conveniencias de su trabajo cambia de apellido. Entre los  secundarios hay que destacar a grupos de hombres y mujeres  de los servicios secretos. Además de gentes de relacionadas con la diplomacia internacional y algunos políticos que realmente existieron y le sirven al escritor para enmarcar la historia. Realidad y ficción presentan fronteras tenues. El hilo conductor sigue entre situaciones de espionaje y contraespionaje por parte de profesionales muy curtidos. El oro que dirigentes republicanos retiraron del Banco de España con la intención de sacarlo de España, enviándolo a Rusia en barco, es el eje sobre el que gira la trama. 

En la narración se incluyen escenas de gran crudeza, que mantienen la tensión y atención del lector: espías, soplos, trampas, ajustes de cuentas, torturas, asesinatos,… Entre medio relaciones de lealtad, mezcladas con otras de amor-odio, de personajes que pertenecen a mundos muy diferentes. Contrastes de ambientes, que van desde prostíbulos a hoteles de lujo, pasando por pensiones de mala muerte. Conviene destacar la buena ambientación (otra vez más), con amplia información de usos costumbres y objetos de la época. También se deben resaltar los buenos y concretos conocimientos sobre defensa personal que pone de manifiesto Pérez Reverte. Los trata de forma real, con contundencia, y no en forma de defensa-ataque de galería o de manual. Ahí no se anda por las ramas. Sabemos que hay diferencias sensibles entre teoría y práctica. El desenlace, como es usual en este blog, y por razones obvias, lo dejamos para que lo descubra el lector interesado.

Las lecturas de «Falcó» y ahora de «Eva», invitan a seguir leyendo la serie… si es que Pérez-Reverte la mantiene. Al menos, en la última página del epílogo adelanta algo.  ¿Continuará la tercera en Biarritz?.

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