Libro de «hoy»: 2018
SANZ, MARÍA; Ciudad a solas, Catorce Bis, Sevilla, 2018. 203 pág.
Género: poesía. Época: 1989- 2008. Ámbito geográfico: Sevilla
La autora, María Sanz (Sevilla, 1956) es una poeta con una trayectoria muy consolidada, que comenzó en su adolescencia y continúa hasta la fecha, habiendo publicado una treintena de poemarios. En este blog, con anterioridad se han comentado cinco de ellos, que el lector interesado podrá localizar en la pestaña de entrada buscando por autores o por género literario (poesía). Su obra poética se ha visto reconocida por premios de gran prestigio, en diversos lugares de nuestra geografía, como son los Ricardo Molina, Cáceres, Leonor, Tiflos, Valencia-Alfons el Magnanim y Antonio Machado.
El poemario que ahora se comenta hace referencia a obras completas sobre Sevilla, la ciudad en la que nació y sigue viviendo. Está estructurado en cuatro grandes bloques: «Jardines de Murillo» (1989), «Domus Aurea» (1999), «Lienzos de cal» (2008) y «Luz no usada» (de este bloque no indica año en que fue escrito o editado). Totaliza 159 poemas. Como advierte en su prólogo el periodista Francisco Robles «que nadie busque en estas páginas el elogio almibarado de Sevilla, o unas odas escritas en cartón piedra del costumbrismo».
María Sanz se asoma al pasado de la ciudad que conoció, admiró y sigue haciéndolo. Lo hace desde una visión intimista de vivencias pasadas. Ahí va dejando reflejadas emociones y sentimientos profundos según los estados de ánimo de cada momento. Lo hace recorriendo el trazado urbano de calles, callejones, plazas, jardines y collaciones. Hace lo propio con parroquias, iglesias o conventos. También asoman recuerdos a celebraciones diversas, como la Semana Santa o la Feria. No faltan las referencias a rincones que le cautivaron, con especial referencia a los de su niñez, como los Jardines de Murillo y su entorno. Lo describe con su habitual sensibilidad, estilo elegante y con el uso preciso de la palabra elegida en cada momento. En su poesía ocupan espacio importante silencios, susurros, luces, sombras, colores, perfumes o sueños…y momentos de melancolía. Con las citas a la soledad y a la noche parece asomar un punto de tristeza por aquellos recuerdos del pasado.
Un buen poemario dedicado a la memoria de una ciudad de ayer que, en buena medida, aún permanece en la memoria de sus habitantes. Merece la pena, con tranquilidad, su lectura y relectura.