Libro de «hoy»: 2019
MACHUCA FÉLIX. Las caravanas de Hadriano, Algaida. Sevilla. 2019. 511 pág.
Género: novela. Época: siglo II d.C. Ámbito geográfico: Hispalís, Itálica, Roma, Alejandría, Britania.
Se trata del segundo título de las trilogía que comenzara con «El sueño del búho» en 2016, comentada en este blog en la entrada nº 197, en septiembre de 2016.
La novela fue presentada el pasado mes en la librería Verbo, en la sevillana calle Sierpes. Se trata del local de un antiguo teatro («Imperial») muy bien adaptado arquitectónicamente al nuevo uso, conservando la estructura de escenario, platea o patio de butacas, palcos y anfiteatro.
Novela larga (500 páginas) estructurada en veinte capítulos, que a su vez se subdividen en varios sub capítulos, lo que favorece las interrupciones o descansos del lector sin perder el hilo de la narración. Siguen un epílogo y bibliografía (algo que utilizan muchos escritores y luego la omiten). Por último los agradecimientos a quienes de una u otra forma le prestaron apoyo histórico, arqueológico y literario. Como dice el viejo refrán «quien no es agradecido no es bien nacido». Y Machuca bien que muestra sus agradecimientos.
Con esta trilogía, el autor hace reconocimiento del mérito de dos emperadores de la Roma Imperial nacidos en aquella Itálica, próxima a Hispalis. En el título anterior tenía como figura central a Trajano. En este lo hace con Hadriano (muchos lo citan sin la h). Reconocimiento al que no se suman muchas de esos autodenominados personajes de la cultura y administraciones del ramo. Si en lugar de haber nacido en tierra de la actual provincia de Sevilla, hubiera sido en otros lugares de la geografía española, bien que se vanagloriarían por esos otros lares.
La trama gira en torno a lo que debió ser la vida en el Imperio Romano allá por el siglo II d,C. Mientras que la etapa de Trajano fue de expansión, en la de Hadriano fue de contención, para evitar los altos costos en vidas, durante las batallas, y dinerarios para mantenimiento de los nuevos territorios.
Personajes reales y de ficción son entremezclados por el escritor. Reales son el emperador romano Adriano – sucesor y sobrino de Trajano – y su esposa Vibia Sabina. El resto pertenecen a la ficción: hombres libres, libertos y esclavos que ejercen profesiones diversas como generales, soldados, gladiadores, senadores, comerciantes, usureros, agricultores, poetas, bailarinas, prostitutas,.. Unos y otros tienen presencia en duras y crueles batallas; duelos en la arena de circos; fiestas populares y en palacios; representaciones teatrales; banquetes; orgías;… En todos esos lugares aparecen abundantes situaciones contrapuestas: viviendas sencillas y palacios; amores románticos y pasiones desenfrenadas (llegando a narrar la muerte de uno de ellos durante batalla amorosa en el lecho conyugal); fidelidades y traiciones; raptos y rescates; respetos y rencores. En definitiva, gran diversidad de contrastes, que permiten una narración fluida, que debe agradecer el lector. El comerciante Cara Pescao; Scaeva, el Zurdo y Valentiniano, el Dacio, son personajes de ficción que ya aparecían en «El sueño del búho».
En la narración, Machuca, al igual que en la anterior novela entremezcla bien las formas de expresión cultas, y correctas con otras vulgares, ajustándolas a cada personaje. Hace uso frecuentes palabras y frases latinas (el latín, lengua madre de nuestro español). En todo momento muestra estar muy bien documentado sobre la historia, la mitología romana, la estructura social de la época, el urbanismo, la vivienda y el comercio. La ironía, como es usual en la obra de Machuca, tiene frecuente presencia en las páginas de su novela.
En muchos pasajes, el novelista, plantea ideas que conforman un texto muy reflexivo y sensato. Sirvan algunos botones de muestra: tanto odio te llevará al infierno; la vanidad puede a los hombres; todo tiene su tiempo y su forma; el amor y el dinero, si viajan juntos, son capaces de salvar cualquier muro. También plantea situaciones de crítica social. Sigamos con algún ejemplo: la riqueza está plagada de peligros y la avaricia conduce al desastre. En otros capítulos plantea situaciones que muestran como la historia se repite: quimeras imposibles. Las que forjó desde un insuperable rencor y odio a Roma. Esta última ¿le recuerdan, lector, situaciones próximas en el tiempo y espacio?.
El desenlace, como es usual en este blog, se deja para que lo descubra el lector interesado. Lo contrario sería una falta de respeto al escritor.
En conclusión, se trata de una novela entretenida y de lectura fluida que, sin duda, no dejará indiferentes a sus lectores. De cualquier forma, no deberá olvidar el lector que las formas de vida en siglos pasados no deben interpretarse con la mentalidad actual. Ahora esperemos que aparezca el tercero de los títulos de la trilogía, que, como dijo el escritor durante esta presentación, ya está acabado y en poder de la editorial.