295. «Torremolinos Gran Hotel». Ángel Palomino

295. Torremolinos Gran Hotel

Libro de «ayer»: 1973

PALOMINO ÁNGEL. Torremolinos Gran Hotel. Alfaguara. Sevilla. 1973.  356 pág.

Género: novela. Época: 1970-1972. Ámbito geográfico: Torremolinos  y referencias a Marbella (Málaga).

El autor, Ángel Palomino (Toledo, 1919 – Madrid, 2004), periodista y escritor, que a veces firmaba con el seudónimo de G. Campanal (¿en referencia al mítico futbolista del Sevilla FC Guillermo Campanal?). Fue militar, oficial del arma de Infantería. Como periodista escribió en el semanario Blanco y Negro, la revista de humor La Codorniz (firmaba con el seudónimo Ulises), ABC, Agencia EFE, Arriba, Ya, El Alcázar,… Fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Como literato cultivó  novela, poesía, biografía, ensayo, epístola y cuentos.

«Torremolinos Gran Hotel» es una novela que no pasará a la historia de la literatura como una de esas que marcan una época, aunque en aquellos años fuera muy leída. No obstante el tema tratado sirve para recordar al lector actual lo que fueran los primeros años del boom de Torremolinos: edificios y personajes que pululaban por aquel lugar. Palomino, en la novela, lo recuerda así: El Hotel «Pez Espada», el del «mundo brillante». Donde empezó la bomba Torremolinos cuando sobre un playón desierto se erigió una estructura insólita y atrevida de un edificio enorme, entonces, en la soledad: 8 pisos. el del mundo brillante. 

Se trata de una novela que, quien suscribe estas líneas, leyó mientras vivía en ese bello pueblo, cuando empezaba la vida profesional. Entonces era un veinteañero, recién titulado Arquitecto Técnico, que tenía sus primeras experiencias profesionales con la construcción de edificios,  llevando a la práctica lo aprendido en las aulas universitarias. Participando técnicamente en la ejecución de edificios colmena, – esos que tienen centenares de apartamentos, alguno de ellos reconvertido, posteriormente, en hotel – mucho más altos de las ocho plantas que cita Palomino.

La novela está estructurada en nueve capítulos y narrada en tercera persona  Escrita en tono de humor. La trama se desarrolla en torno a la vida de un hotel de lujo. Personajes variopintos que el autor va encajando a modo de puzle. Por un lado los profesionales que trabajan en el hotel, por otro los clientes. Un hotel de lujo con capacidad para 600 clientes y 320 empleados. Fíjese lector, cómo han cambiado los tiempos si compara la relación entre trabajadores y usuarios, de entonces y ahora. Entre los empleados destacan el director y los recepcionistas, unos veteranos que rápidamente se daban cuenta de quién y cómo era cada cliente. A todos los tratan con amabilidad y a los insolentes los soportan de forma paciente. A modo de fauna van apareciendo personajes pintorescos que, alejados de sus lugares habituales de residencia, cambian sus comportamientos. Palomino los describe con ironía: caraduras que buscan excusas para marcharse sin pagar la cuenta o para que les devuelvan el dinero abonado; aristócratas, unos reales y otros fingidos; ministros rodeados de aduladores; excéntricos que se hacen pasar por artistas; especuladores con el lema de a forrarse caballeros; ligones, obsesionados en la búsqueda de suecas rubias con cuerpos recauchutados hábilmente en Suiza, piel bronceada y ropa ligera. No faltan esos que llegaban con una obligación a toda costa, divertirse hasta el agotamientoUnas formas de vida que resume bien el novelista: con esta frase: el dinero y el mar tienen su dinámica, olas, mareas, flujos, borrascas y calmas chichas. Esa es la vida que, en tono de humor, se cuenta en «Torremolinos Gran Hotel».

Pero Torremolinos (con grato recuerdo de la Carihuela) y la Costa del Sol son mucho más que eso, por eso vuelvo cada vez que puedo, que suele ser anualmente, a recorrer esa geografía con clima privilegiado. 

 

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